sábado, octubre 28, 2006

El marbeijing.


Beijing es una ciudad en transformación.
Las vallas, las obras, los escombros... por toda la ciudad se pueden ver los síntomas febriles: un prurito constructor que lleva a los chinos a rascarse por todas partes. Tiran abajo barrios enteros, levantan monumentales y modernos estadios o edificios; anchan, alargan o abren cientos de carreteras y autopistas; enfundan y remodelan cada trozo de siglo pasado que queda en pie... les pica por todas partes. Y lo que no puede ser transformado, lo encierran con sus presas. Una picazón frenética que no se detiene ni en las partes nobles: desde julio, un tren llega hasta Lhasa cruzando por en medio de los Himalayas. La temperatura china, definitivamente, está subiendo unos grados.
La globalización es el marbeijing: Marbella es global. Eso lo saben hasta los chinos.

No hay comentarios: