martes, abril 24, 2007

Tiananmen (I)



Resulta irónico

que justo en frente de la Ciudad Prohibida se abra la Plaza de Tiananmen; que frente al espacio privado y enorme de la “ciudad”, se encuentre uno de los espacios públicos más grandes que existen. Dos mundos que se enfrentan como un reflejo.

Salimos de la descomunal ciudad y mirábamos exhaustos, bajo el retrato de Mao, un mar de coches que nos separaba de la otra orilla. Por debajo –lo descubrimos por las señas que intercambiamos con un policía- cruzan los túneles que conectan las dos aceras. El espacio difuso de cualquier límite es siempre un espacio de transición.

De un lado a otro, cientos de personas iban y venían por aquellos ámplios pasos subterraneos. Debajo de la tierra, lo público es privado y acaso viceversa. Y acaso también, en la avenida que se cruza por el medio, el tráfico persistente sea como el cristal infranqueable de un espejo.
Tiananmen es una plaza inmensa donde centenares de personas confluyen para verse pasar. Nos sentamos a mirarnos: en otras tardes, en otros paises y otros cuerpos, otras gentes. Y sí, somos la misma tarde. Todos somos las mismas tardes...

Volaban las cometas en línea recta y los monumentos se colaban en las fotografías de los turistas, entretenían los hijos a sus padres y los vestidos se lucían de domingo. Nos sentamos en alguna esquina de la multitud, en algún hueco entre la gente y nos veíamos pasar. Un mendigo tenaz se reía de nuestra limosna absurda con el hueco de sus dientes.

martes, abril 17, 2007

Bicicletas


martes, abril 10, 2007

Con su permiso voy a adentrar...

al Beijing Summer Palace. Patrimonio de la humanidad según reza en la misma entrada... y así debería ser hermanos. En este caso están ustedes invitados.

Quién no desearía acceder a este palacio de verano, con su lago Kunming (igual nombre que la capital de Yunnan), con sus salas y pabellones pigmentados de historía o con sus puentes llenos de ojos. El puente de los 17 ojos. 17 huecos donde nadie mira, nadie pregunta... sólo agua que fluye por sus párpados. Podrás pasear por infinidad de senderos de paz y armonía o encontrar algún que otro quiosco donde poder refugiarte de aguaceros en venganza...
O si el tiempo lo permite, también se puede dar un agradable paseo en barco y cruzar el lago.

Esto no es una utopía. Es una galería a la que poder entrar. Acerquense y visiten este jardín imperial donde descansar siempre que lo necesiten.
Fue en su día residencia temporal de la dinastia de turno (Quing) , y es ahora lugar de descanso para ti si así lo quieres... no será necesario ningún decreto extraordinario del KR

El trabajo es cosa buena, es lo mejor de la vida... Pero todos necesitamos un palacio de verano... algunos días más que otros.

Agradezco el ultimo post de Ixchel, que por cierto no habíamos publicado... me dio las fuerzas para continuar en el viaje...Un afectuoso saludo a Angeldust.

El título de esta entrada fue, es y será...un homenaje a Jorge Cafrune y Atahualpa Yupanqui.