martes, abril 24, 2007

Tiananmen (I)



Resulta irónico

que justo en frente de la Ciudad Prohibida se abra la Plaza de Tiananmen; que frente al espacio privado y enorme de la “ciudad”, se encuentre uno de los espacios públicos más grandes que existen. Dos mundos que se enfrentan como un reflejo.

Salimos de la descomunal ciudad y mirábamos exhaustos, bajo el retrato de Mao, un mar de coches que nos separaba de la otra orilla. Por debajo –lo descubrimos por las señas que intercambiamos con un policía- cruzan los túneles que conectan las dos aceras. El espacio difuso de cualquier límite es siempre un espacio de transición.

De un lado a otro, cientos de personas iban y venían por aquellos ámplios pasos subterraneos. Debajo de la tierra, lo público es privado y acaso viceversa. Y acaso también, en la avenida que se cruza por el medio, el tráfico persistente sea como el cristal infranqueable de un espejo.
Tiananmen es una plaza inmensa donde centenares de personas confluyen para verse pasar. Nos sentamos a mirarnos: en otras tardes, en otros paises y otros cuerpos, otras gentes. Y sí, somos la misma tarde. Todos somos las mismas tardes...

Volaban las cometas en línea recta y los monumentos se colaban en las fotografías de los turistas, entretenían los hijos a sus padres y los vestidos se lucían de domingo. Nos sentamos en alguna esquina de la multitud, en algún hueco entre la gente y nos veíamos pasar. Un mendigo tenaz se reía de nuestra limosna absurda con el hueco de sus dientes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! quería felicitarte por tu blog y las imágenes tan bonitas que hay. Si quieres entrelazamos nuestros blogs, el mio trata sobre el idioma chino en concreto y la cultura del grande de asia http://chinoparaespanoles.blogspot.com

Un abrazo cordial y saludos!

Komandante Karmaikel dijo...

Perfecto 'cmandarin'. (es este tu nombre o nick?) Cuando tengamos un poco de tiempo colocaremos un link en el blog. Gracias por tu comentario.
Salduos cordiales.